Con el término estigmas (del griego estigma que significa marca) son descritas las llagas que se forman espontáneamente sobre las manos, sobre los pies, al costado y en el rostro, parecidas a las llagas de Cristo crucificado. Generalmente se manifiestan en sujetos entregados a una vida intensamente espiritual y sumamente mística, pero se pueden hallar también en otros individuos. Suelen ser personas de profunda religiosidad, obsesionadas por las llagas de Cristo y por sufrir su dolor. Los profundos estados de éxtasis que se producen durante sus meditaciones podrían generar una situación de autosugestión capaz de somatizar su experiencia psíquica.
El fenómeno de los estigmatizados se ha presentado alrededor del mundo, en países como Estados Unidos de América, Italia, Francia, España, Inglaterra o Alemania. En la historia de la Iglesia se conocen más de 350 casos y setenta y dos de ellos han sido declarados santos. La Iglesia suele distinguir entre estigmas divinos y estigmas diabólicos, dependiendo de la santidad del protagonista del fenómeno en cada caso o de la vida que ha llevado, al igual que de las características que rodean el fenómeno al momento de manifestarse.
Tipos de Estigmas
Suelen distinguirse dos tipos de estigmas:
- Las heridas invisibles son aquellas cubiertas gracias a la intervención divina para el bienestar del estigmatizado.
- Las visibles suelen aparecer en las palmas de las manos, pies, costados y cabeza, desapareciendo algunas veces luego de algunas horas. En algunos casos pueden presentarse en una sola área, mientras que los casos más sorprendentes son aquellos en los que se hacen visibles todas las marcas en las zonas anteriormente descritas. El sangramiento es común, al igual que la debilidad y la depresión puede caracterizar el período inmediatamente anterior a la aparición de los estigmas. Un hecho curioso de este fenómeno es que su aparición suele corresponderse con la pasión de Cristo durantes los días de la Semana Santa, desapareciendo una vez terminadas estas fechas.
Según la Enciclopedia Católica, estos hechos están fundamentados históricamente. El primero en recibir los estigmas fue San Francisco, en 1224, dos años antes de morir. Otros santos que también los manifestaron fueron Santa Catalina de Siena, Santa Rita de Casia y, a principios del siglo XX, el padre Pío. La enciclopedia indica que la lista suma un total de 62 santos o beatos, de ambos sexos. Aunque en la actualidad también hay personas que afirman haber tenido visiones místicas y muestran heridas en su cuerpo.
El fenómeno de los estigmatizados se ha presentado alrededor del mundo, en países como Estados Unidos de América, Italia, Francia, España, Inglaterra o Alemania. En la historia de la Iglesia se conocen más de 350 casos y setenta y dos de ellos han sido declarados santos. La Iglesia suele distinguir entre estigmas divinos y estigmas diabólicos, dependiendo de la santidad del protagonista del fenómeno en cada caso o de la vida que ha llevado, al igual que de las características que rodean el fenómeno al momento de manifestarse.
Tipos de Estigmas
Suelen distinguirse dos tipos de estigmas:
- Las heridas invisibles son aquellas cubiertas gracias a la intervención divina para el bienestar del estigmatizado.
- Las visibles suelen aparecer en las palmas de las manos, pies, costados y cabeza, desapareciendo algunas veces luego de algunas horas. En algunos casos pueden presentarse en una sola área, mientras que los casos más sorprendentes son aquellos en los que se hacen visibles todas las marcas en las zonas anteriormente descritas. El sangramiento es común, al igual que la debilidad y la depresión puede caracterizar el período inmediatamente anterior a la aparición de los estigmas. Un hecho curioso de este fenómeno es que su aparición suele corresponderse con la pasión de Cristo durantes los días de la Semana Santa, desapareciendo una vez terminadas estas fechas.
Según la Enciclopedia Católica, estos hechos están fundamentados históricamente. El primero en recibir los estigmas fue San Francisco, en 1224, dos años antes de morir. Otros santos que también los manifestaron fueron Santa Catalina de Siena, Santa Rita de Casia y, a principios del siglo XX, el padre Pío. La enciclopedia indica que la lista suma un total de 62 santos o beatos, de ambos sexos. Aunque en la actualidad también hay personas que afirman haber tenido visiones místicas y muestran heridas en su cuerpo.